La empresa espera invertir US$ 80 millones para volver a proveer de billetes al Banco Central y no descarta un posible traslado desde las actuales instalaciones en Quinta Normal.
"Todas las casas de moneda del mundo tienen errores similares". Con esta frase, Pedro Pellegrini, el recién electo presidente de la institución en Chile por el Sistema de Empresas Públicas (SEP), zanja el escándalo que sacudió a la empresa el año pasado, tras descubrirse anomalías tales como robos de pliegos de billetes y cuños; o "Chiie" en vez de "Chile" en las monedas de 50 pesos, todos asuntos investigados por la Fiscalía Centro Norte.
Tales problemas son menores para este especialista en reorganización de empresas, abogado del estudio Guerrero y Olivos, ex ejecutivo de Embotelladora Andina y actual director de Fasa, "ya que haber asumido este cargo es, a lo menos, un honor".
Sin rodeos, con el mismo estilo que su hermano Manuel (ex DT del Real Madrid), acalla a los pesimistas, que han vociferado que la Casa de Moneda debiera ser "dada de alta" porque el B. Central encarga la producción de los billetes nacionales a Australia y Europa, situación que en todo caso planea revertir.
Desde el 2009, pasó a ser sociedad anónima, desde entonces ha habido reestructuraciones y cambios de objetivos que han generado divisiones internas. Por estos días, están en plena negociación colectiva con los sindicatos, que ya anunciaron una huelga luego de que la empresa no aceptara un reajuste de 28% en las remuneraciones. "La situación financiera es delicada", comenta.
-¿Con qué situación se encontró cuando asumió el cargo?
"Lamentablemente nos encontramos con una empresa que ha estado carente de inversiones importantes en las últimas décadas, y que no tiene contratos relevantes vigentes para el largo plazo. Queremos volver a tomar como cliente al Banco Central para los billetes. Para eso debemos mejorar nuestros estándares de producción y hacer nuevas inversiones en maquinaria. Un segundo desafío, es hacer una reingeniería completa, tanto en procesos como instalaciones, y potenciar la comercialización".
"Tenemos dos rubros más: monedas, donde tenemos un contrato con el Central hasta 2011, y documentos valorados (pasaportes, certificados, etc.) que es permanente en el tiempo, pero sin duda billetes es lo más importante".
-¿Qué pasa si no les renueva el contrato de monedas en 2011?
"Tenemos que volver a negociar ese acuerdo, y eso significa otro desafío. Necesitamos US$ 80 millones para renovar o comprar maquinaria. Es maquinaria muy cara pero que asegurarán los más altos estándares de seguridad y producción de billetes. Si queremos ser competitivos, debemos irnos en el corto plazo de Quinta Normal, ya que los nuevos equipos no caben allí. Estamos evaluando distintos terrenos en Santiago. Hemos visto algo en Colina, y otros lugares".
-¿Cómo planea conseguir los US$ 80 millones?
"Si bien el patrimonio es de US$ 80 millones, tenemos activos fijos por US$ 50 millones, una caja superior a los US$ 10 millones y no tenemos deuda".
"Hay varias alternativas que podrían funcionar: se podría negociar con el Fisco para el presupuesto 2011; negociar un crédito con un proveedor de maquinaria; recurrir a un crédito blando de un banco con aval del Estado o buscar asociatividad estratégica con impresores mundiales de billetes. Formas hay, pero sin las inversiones requeridas, esta empresa no es sustentable en el futuro; Casa Moneda dejaría de existir".
-¿No considera graves los hechos que ocurrieron al interior de la empresa?
"A fines de 2009 salieron a la prensa algunas noticias bastante llamativas, y creo que son problemas que cualquier empresa podría tener en cualquier minuto. Lo importante es que han perseguido y despedido a los responsables".
-¿Incrementarán sus negocios fuera de Chile?
"Sí, hay países en Centroamérica, África, Oceanía y Sudamérica que no alcanzan a producir sus monedas, y nosotros podríamos ser una alternativa".
"Debemos transformarnos en una empresa productora internacional. Si nos sobra capacidad instalada, podemos sacarle rentabilidad a esos activos".
"Hoy las utilidades son de US$ 2 millones, pero efectuando la inversión que queremos y haciendo la reingeniería necesaria, esperamos sacar rentabilidades sobre activos del 13%, como cualquier sociedad anónima del país".
''Hay distintas formas que podríamos buscar para conseguir los recursos. Pero sin las inversiones requeridas, esta empresa no es sustentable en el futuro. Casa de Moneda dejaría de existir".
Fuente - Victoria Reyes - El Mercurio
"Todas las casas de moneda del mundo tienen errores similares". Con esta frase, Pedro Pellegrini, el recién electo presidente de la institución en Chile por el Sistema de Empresas Públicas (SEP), zanja el escándalo que sacudió a la empresa el año pasado, tras descubrirse anomalías tales como robos de pliegos de billetes y cuños; o "Chiie" en vez de "Chile" en las monedas de 50 pesos, todos asuntos investigados por la Fiscalía Centro Norte.
Tales problemas son menores para este especialista en reorganización de empresas, abogado del estudio Guerrero y Olivos, ex ejecutivo de Embotelladora Andina y actual director de Fasa, "ya que haber asumido este cargo es, a lo menos, un honor".
Sin rodeos, con el mismo estilo que su hermano Manuel (ex DT del Real Madrid), acalla a los pesimistas, que han vociferado que la Casa de Moneda debiera ser "dada de alta" porque el B. Central encarga la producción de los billetes nacionales a Australia y Europa, situación que en todo caso planea revertir.
Desde el 2009, pasó a ser sociedad anónima, desde entonces ha habido reestructuraciones y cambios de objetivos que han generado divisiones internas. Por estos días, están en plena negociación colectiva con los sindicatos, que ya anunciaron una huelga luego de que la empresa no aceptara un reajuste de 28% en las remuneraciones. "La situación financiera es delicada", comenta.
-¿Con qué situación se encontró cuando asumió el cargo?
"Lamentablemente nos encontramos con una empresa que ha estado carente de inversiones importantes en las últimas décadas, y que no tiene contratos relevantes vigentes para el largo plazo. Queremos volver a tomar como cliente al Banco Central para los billetes. Para eso debemos mejorar nuestros estándares de producción y hacer nuevas inversiones en maquinaria. Un segundo desafío, es hacer una reingeniería completa, tanto en procesos como instalaciones, y potenciar la comercialización".
"Tenemos dos rubros más: monedas, donde tenemos un contrato con el Central hasta 2011, y documentos valorados (pasaportes, certificados, etc.) que es permanente en el tiempo, pero sin duda billetes es lo más importante".
-¿Qué pasa si no les renueva el contrato de monedas en 2011?
"Tenemos que volver a negociar ese acuerdo, y eso significa otro desafío. Necesitamos US$ 80 millones para renovar o comprar maquinaria. Es maquinaria muy cara pero que asegurarán los más altos estándares de seguridad y producción de billetes. Si queremos ser competitivos, debemos irnos en el corto plazo de Quinta Normal, ya que los nuevos equipos no caben allí. Estamos evaluando distintos terrenos en Santiago. Hemos visto algo en Colina, y otros lugares".
-¿Cómo planea conseguir los US$ 80 millones?
"Si bien el patrimonio es de US$ 80 millones, tenemos activos fijos por US$ 50 millones, una caja superior a los US$ 10 millones y no tenemos deuda".
"Hay varias alternativas que podrían funcionar: se podría negociar con el Fisco para el presupuesto 2011; negociar un crédito con un proveedor de maquinaria; recurrir a un crédito blando de un banco con aval del Estado o buscar asociatividad estratégica con impresores mundiales de billetes. Formas hay, pero sin las inversiones requeridas, esta empresa no es sustentable en el futuro; Casa Moneda dejaría de existir".
-¿No considera graves los hechos que ocurrieron al interior de la empresa?
"A fines de 2009 salieron a la prensa algunas noticias bastante llamativas, y creo que son problemas que cualquier empresa podría tener en cualquier minuto. Lo importante es que han perseguido y despedido a los responsables".
-¿Incrementarán sus negocios fuera de Chile?
"Sí, hay países en Centroamérica, África, Oceanía y Sudamérica que no alcanzan a producir sus monedas, y nosotros podríamos ser una alternativa".
"Debemos transformarnos en una empresa productora internacional. Si nos sobra capacidad instalada, podemos sacarle rentabilidad a esos activos".
"Hoy las utilidades son de US$ 2 millones, pero efectuando la inversión que queremos y haciendo la reingeniería necesaria, esperamos sacar rentabilidades sobre activos del 13%, como cualquier sociedad anónima del país".
''Hay distintas formas que podríamos buscar para conseguir los recursos. Pero sin las inversiones requeridas, esta empresa no es sustentable en el futuro. Casa de Moneda dejaría de existir".
Fuente - Victoria Reyes - El Mercurio
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